La migración de servidores, aplicaciones y datos a nuevas plataformas implica riesgos y lleva tiempo. Posiblemente lo más crítico al usar métodos y tecnologías de migración tradicionales, es que las operaciones deben detenerse durante la migración. Cuanto mayor sea la huella de almacenamiento, más largo será el proceso. Para muchos sistemas robustos, las migraciones rutinariamente abarcan horas o días.